La pizza napolitana es un ícono dentro de la cocina italiana y su historia comienza en el siglo XVIII, Nápoles, Italia. Este platillo surge de la creatividad de los panaderos napolitanos, quienes convirtieron ingredientes simples en una delicia que pronto conquistó a todos. El origen de la pizza se remonta al momento en que el tomate, traído de América, se utilizó como base sobre panes planos, dando lugar a una receta que evolucionaría con el tiempo.
En 1889, se creó la pizza Margarita, en honor a la reina Margarita de Saboya. Este platillo simboliza los colores de la bandera italiana: el rojo del tomate, el blanco de la mozzarella y el verde de la albahaca. Desde entonces, la pizza napolitana se ha convertido en un referente mundial.
Características de la pizza napolitana
Lo que hace diferente a la pizza napolitana es su base suave, elástica y con bordes inflados, conocida como «cornicione«. Se cocina en hornos de leña a temperaturas de 400 °C, lo que le da su textura y sabor característicos. Ingredientes frescos como la mozzarella di bufala y los tomates San Marzano son esenciales para garantizar su autenticidad.
La pizza napolitana ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que subraya su valor histórico y cultural.
En Mamma Farina, se recrea esta tradición con pasión y respeto por las raíces de este platillo. Cada pizza que se sirve refleja la autenticidad de Nápoles, cocida en horno de leña y preparada con ingredientes frescos de alta calidad. Visítanos y vive la experiencia única de probar una verdadera pizza napolitana